lunes, 10 de febrero de 2020

Rafael Lezama: el hombre de la vivienda guayanesa


Si se revisan los documentos de propiedad de las casas que fueron compradas con créditos hipotecarios en Ciudad Guayana, en muchos de ellos se verá la firma de Rafael Lezama.  Y es que Lezama, como le dicen los amigos, es una de las personas más importantes de lo que significó el crédito hipotecario en Ciudad Guayana.

El crédito hipotecario, fue un indiscutible recurso social que forma parte del pasado. Sirvió para que mucha gente que no tenían dinero para comprar una casa de contado, tuviera la posibilidad de adquirirla a crédito. Y con una modesta inicial, darle a su familia una vivienda digna. Cosa que hoy lamentablemente no es fácil.

En este sentido, los gobiernos de la época fundaron Asociaciones que facilitaban esos generosos créditos, y aquí en Puerto Ordaz, se fundó la Asociación Guayanesa de Ahorro préstamo AGAP. Allí trabajó Lezama desde sus inicios a finales de los 60. Después vino la fusión con Del Sur EAP y allí continuó prestando sus servicios

Lo que destaca del personaje que nos ocupa, es que su trayectoria profesional siempre se caracterizó por la responsabilidad, el compromiso y algo más, la calidad humana. En más de una oportunidad, cuando veía que había personas que de manera descuidada dejaba de pagar sus créditos hipotecarios, iba a hablar con ellos para que no perdieran su casa.

Mas allá de los títulos, Lezama ascendió en su puesto de trabajo por su ética y eficiencia, llegando a ser representante de Del Sur EAP a nivel nacional, siendo ejemplo vivo de lo que significa crecer con esfuerzo y honestidad.

Además de todo lo anterior, nuestro amigo tiene un don que nunca se coloca en los currículos, el humor.  Es un verdadero artista contando chistes o anécdotas humoristas que siempre alegraban al personal de las Notarías o Registros donde llegaba a firmar documentos

Hoy Rafael Lezama está jubilado en su casa de Los Olivos. La que ocupa junto con su familia desde hace más de 50 años. Por las tardes se sienta tranquilamente en el porche a ver como pasa la vida de esta ciudad Porque aunque él no quiera reconocerlo, es verdadero pionero  y fundador, que llegó  aquí como primer fiscal de tránsito  en los años 50, para después ocupar diferentes oficios donde, siempre destacó por encima de todo su calidad humana.

En pocas palabras, un verdadero ciudadano guayanés que, en tiempos de aniversario, bien merecidas tiene estas líneas que se le escriben

domingo, 9 de febrero de 2020

Crónica de un aniversario: El quiosco de Alexis



Decía don Miguel de Unamuno: Ante todo, los hombres. Siempre me ha interesado más el individuo que la muchedumbre. Las biografías más que las historias generales y psicología más que la sociología. En este sentido, a pesar del cariño que le tengo a esta ciudad, prefiero hablar más de su gente que de sus acontecimientos generales, que no mencionan al individuo de carne y hueso, nombre y apellido. Y en esa línea de pensamiento quiero darle espacio a la gente sencilla, a la que vivió y vive sin pretender ser protagonista o “influencer”.  A esos que la historia nunca menciona, como es el caso de Alexis Hernández, encargado de un quiosco de periódicos que se encuentra frente al Supermercado Pekín en el viejo centro de Puerto Ordaz.

Alexis tiene toda una vida viendo entrar y salir la gente del supermercado.  Presenció el esplendor del Supermercado Cada en los años 70.  Tal vez el mejor del Oriente del país en su época, que marcó una etapa en la cultura urbana guayanesa. Después vio su desaparición y como se instalaba en el mismo local el Supermercado el Diamante, y ahora otro dueño con otro nombre y otro concepto.

Durante muchos años “El quiosco de Alexis” -como le decía la gente- fue uno de los lugares preferidos de los lectores guayaneses.  No solo se encontraba la prensa del día, también podían adquirirse revistas nacionales o internacionales: bohemia, Elite, Resumen, Interviú, Hola e inclusive, hasta la revista oficial del Partido Comunista Cubano Granma. Muchas colecciones de libros que ofrecían como promoción las editoriales nacionales, las conseguí en "El Quiosco de Alexis"

Hoy allí sólo quedan algunos libros viejos y el único periódico que circula en la ciudad. Los quioscos de periódicos o revisteros, son monumentos que recuerdan un pasado que se traga la globalización donde la lectura está desapareciendo. Pero allí esta Alexis “aguantaito” como el mismo dice. Igual que otros que no aceptan el rumbo de un destino que hace desaparecer al hombre de carne y hueso.