viernes, 7 de julio de 2023

La guerra de Gerardo


Si se quiere contar la historia del cine en Ciudad Guayana, es obligatorio mencionar el rodaje en estas tierras de la película  La guerra de Murphy. Fue todo un acontecimiento para quienes aquí vivían en 1970 la aparición del afamado actor Peter O´Toole, con otros destacados artistas, dirigidos nada más y nada menos que por el prestigioso director Peter Yates, para la filmación  de un drama bélico en aguas del Orinoco

    La trama de La guerra de Murphy se puede resumir destacando que se desarrolla al final de la Segunda Guerra Mundial: un marinero británico, después de sobrevivir al hundimiento de su barco y la masacre de sus compañeros por un submarino alemán, sobrevive en aguas del Orinoco y  descubre que el sumergible  estaba escondido en el río. A partir de ese momento, la obsesión de venganza se apodera de él, al extremo de iniciar una desigual guerra personal contra sus enemigos, alimentada por un odio que acaba con él  y  con todo lo  que estaba a su lado.

    Cuando  se estrena La guerra de Murphy en el cine Altamira de Puerto Ordaz, me pareció una película más de aventuras con un final infeliz, con la particularidad de que aparecían  personas conocidas, que habían sido contratados como extras para hacer el papel de los marinos alemanes. Entre ese personal local,  se contrató  a Gerardo Hoggestein, uno de los más importantes historiadores  gráficos de la región, porque a lo largo de su vida se ha dedicado a retratar y coleccionar importantes imágenes de la historia de esta ciudad, al extremo de que cuenta con un inmenso e invalorable archivo de imágenes.

    Hace algunos años, en un Cine Foro organizado en los espacios de postgrado de la Universidad Católica Andrés Bello de Guayana, se presentó la película y Gerardo hizo una detallada explicación de la forma como se había filmado, porque fue contratado como asistente del director y tuvo buenas relaciones con Peter O`Toole  y demás miembros del personal artístico. Me interesó tanto la explicación de Gerardo, que volví a ver la película varias veces.  Y no solo la encontré interesante, sino que me parece excelente en lo que se refiere a su ambientación en la “intensidad telúrica del Orinoco” como califica Rafael Marrón el  paisaje del majestuoso río en su  crónica Los Colores del Río. Al margen de la trama, la película tiene escenas de “colección” como es el  vuelo del protagonista en el hidroavión sobre el Delta, o la de la playa donde quedó varado un torpedo lanzado por el submarino.

    La crítica y la historia han sido injustas con La guerra de Murphy: cuando el 14 de diciembre de 2013 muere Peter O`Toole, se escribieron varias biografías de su dilatada carrera artística donde sobresalen Lawrence de Arabia, El último emperador y muchas otras; pero  La guerra de Murphy queda olvidada o reducida a breves comentarios que le restan importancia. Quien la rescata y la vive es Gerardo Hoggestein,  por eso la llamo “la guerra de Gerardo”. Una guerra contra uno de los enemigos más temibles que tiene la vida de los hombres y de las ciudades: el olvido.




 

 

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