martes, 12 de abril de 2011

El ciudadano justo


El tema de la ciudadanía está permanentemente en el tapete, porque el deterioro de las relaciones sociales ha llegado a tal extremo que,  la convivencia en la ciudad  se ha vuelto prácticamente imposible. Ahora bien, ¿Por qué avanzamos tanto en ciencia y tecnología y sin embargo retrocedemos cada vez más en convivencia ciudadana? Esta pregunta no puede tener una respuesta única y exprés. Hay muchos factores que inciden en el deterioro de la relaciones de los habitantes de la ciudad, pero uno de los más importantes es que nos hemos equivocado al cambiar la antigua concepción de la justicia, que estaba basada en el deber, sustituyéndola  por una nueva idea que solo se basa en el derecho.
Josef Pieper en su libro La fe ante el reto de la cultura contemporánea, dice que los antiguos, cuando hablaban de justicia, siempre se referían a los obligados y nunca tomaban en consideración a los legitimados, esto es,  a los titulares de los derechos. Dice la vieja fórmula que, “La justicia es la constante voluntad de dar a cada uno lo suyo” Era una virtud ciudadana que se puede resumir en, la actitud permanente de respetar el derecho ajeno.  La ciudad ideal estaría conformada por hombres que siempre tuvieran presente los derechos de los otros.
Posteriormente, el proceso de evolución de los derechos del hombre, exaltó el valor de los derechos del individuo, pero en su enseñanza se han olvidado destacar que, la eficacia de cualquier derecho solo se alcanza cuando los obligados lo respetan. Me explico con un ejemplo: tengo derecho a la vida, porque la sociedad que está obligada a garantizármelo no me lo quita y los demás ciudadanos que tienen conciencia de él no me matan.
Traigo a colación todo este rollo filosófico, porque en la actualidad pareciera que en nuestro país solo existen los derechos, los deberes desaparecieron. Un ejemplo son las invasiones, las personas que carecen de vivienda se creen legitimados por la Constitución para ocupar las casas de otras personas,  invocando derechos fundamentales ¿Como queda el derecho de la persona privada de su propiedad? Venezuela es un estado de derecho, es cierto y debe garantizar a todos los ciudadanos los derechos previstos en la Constitución, pero también es un estado de justicia que tiene que dar y reconocer a cada uno lo suyo.
En la en la entrada del Palacio de Justica de Caracas hay un pensamiento que dice: El mundo es del hombre justo. ¿Quién es el hombres justo? El que esgrime una Constitución solo para tomar de ella lo que le interesa, sin importarle para nada el derecho ajeno, o el viejo ciudadano griego que tenía por norte de su vida el  respeto por el derecho del otro.  Por eso, en medio de este debate sobre la ciudadanía, hay  que mirar hacia atrás, para saber en qué momento perdimos el camino y tomemos nuevamente la senda de la justicia. Porque lo primero que tiene que hacer un buen ciudadano, es reconocer al otro como persona que tienen los mismos derechos, y la misma necesidad de vivir en paz;  y solo hay paz donde se le da a cada uno lo que le corresponde.  jblanco@ucab.edu.ve

No hay comentarios:

Publicar un comentario