La Navidad es una de las fiestas más importantes del
cristianismo que celebra el nacimiento de Jesús en Belén. Esto es algo notorio y sabido por todo el
mundo, lo que no está muy claro y siempre es motivo de discusión es el verdadero
significado de esta fiesta: para muchos es tiempo de luces, adornos y alegría,
que algunos viven espiritualmente y otros festivamente; para la mayoría no es
más que un periodo de vacaciones de fin de año; un momento propicio para soltar
el acelerador de la vida y descansar un poco. Pero no se puede negar que es un
tiempo especial que tiene
manifestaciones diferentes, principalmente por su música y sus imágenes. Si hay
algo representa a la Navidad es el pesebre que reviven el nacimiento de Jesús.
La creatividad artística se manifiesta a la hora de construir “el nacimiento”,
inclusive en la UCAB hay un concurso que premia al más original. Sobre esto hay
opiniones encontradas: unos creen que es una tradición que alegra y se debe
conservar; otros, sin rechazarla, dicen
que tanto adorno oculta el verdadero nacimiento de Jesús.
Giovanni Papini, poeta y escritor italiano, en su libro La Historia de Cristo dice que Jesús
nació en un establo: “En un establo real,
no en el alegre portal que los pintores cristianos han edificado
avergonzados de que su Dios hubiese nacido en medio de la miseria y la
suciedad;… un establo es la casa de los animales un sitio oscuro sucio y mal
oliente… Allí en medio de las bestias nació el hijo del hombre que iba a ser devorado por las bestias: ¿No es acaso el mundo un inmenso
establo donde los hombres engullen y estercoliza?” El libro fue publicado en
1921 causando bastante polémica y revuelo. No voy a suscribir al pie de la
letra todas las afirmaciones del autor, pero hay que reconocer que muchas veces
la celebración oculta el verdadero mensaje: la luz, la música, los fuegos
artificiales, todo eso que alegra la Navidad
le esconde a mucha gente su verdadero sentido.
La experiencia de la Navidad es enriquecedora y tiene como
aspecto positivo indiscutible la alegría
que le produce al hombre: Hasta los ateos la celebran. En una sociedad plural
en lo cultural, político y religioso, no
se puede pretender imponer una idea exclusiva: que cada quien desde sus
creencias la celebre como su conciencia le indique. Pero, ¿Qué propone, qué
trasmite el pesebre de Belén?. Discúlpenme que termine hablando en primera
persona, pero para mí, trasmite esperanza: en medio de tanta desgracia, maldad
y desamparo es posible que nazca el verdadero hombre nuevo, que deje a un lado
las miserias humanas y trabaje para construir un mundo donde “todos seamos
hijos de Dios”, como dice Serrat. Y no me refiero a otras personas sino a cada
uno de nosotros: Si queremos salir de esta oscura noche que vive la
humanidad, es necesario que en nuestro
corazón se “instale un pesebre” y nazca el proyecto de Jesús. Twitter @zaqueoo
No hay comentarios:
Publicar un comentario