martes, 22 de mayo de 2012

Una visión socialista de la Fórmula 1

El triunfo de Pastor Maldonado se ha convertido en el tema de la semana pasada, por la variedad de reacciones que ha producido: unos se emocionan ante el éxito de un venezolano en una competencia de alto nivel; otros, de acuerdo a la posición política que ocupan, lo celebran o rechazan, por el beneficio que le reporta a la imagen del presidente Chávez, y otros, desde una postura más neutral, cuestionan el gasto exagerado que está haciendo el Estado en algo que -a su juicio- no se justifica.

Pero al margen del caso Pastor Maldonado y las circunstancias que lo rodean, nos hacemos la pregunta ¿La construcción de una sociedad socialista es compatible con el campeonato mundial de Fórmula 1? Si hay una actividad que ha sido duramente cuestionada por la gente de izquierda, es el deporte de los motores, porque lo ven como un entretenimiento lujoso de la derecha capitalista.

El 7 de octubre de 2007, en la página web Rebelión, Marcelo Colussi publicó un artículo tituladoFórmula 1 ¿Deporte? (Un espejo del mundo capitalista). Allí, entre otras cosas, se dice: “Y si nos colocamos, justamente, en una lectura socialista, lo único que nos queda de este monumental circo moderno, glamoroso y rebosante de dinero, es su inservibilidad para un verdadero y equilibrado desarrollo humano. La Fórmula 1 Internacional es el escaparate vistoso de la industria automovilística mundial, con todas las ramas industriales conexas… En su estructura se repite a cabalidad la estructura misma del mundo capitalista al que pertenece, por otro lado, no podría ser de otra forma. ¿Acaso sería lógico pedirle espíritu crítico a la misma Fórmula 1? Todo el circo está armado conforme a la más rigurosa clave capitalista que ha regido el mundo en estos últimos dos siglos, que dio lugar a la industria destructora del medio ambiente, que se basa en el ‘triunfo’ de unos pocos sobre las grandes mayorías (‘los mejores son los que reciben más dinero’), que ve en la victoria individual a cualquier costo la llave maestra de la vida” … En realidad la Fórmula 1 no es, en sí misma, el problema; ella no es más que el reflejo de un mundo desequilibrado e injusto (hptt//:www.rebelion.org/noticia.php). 

He citado de manera extensa el comentario de Colussi, porque quiero destacar que, en medio de las reacciones que ha desatado el triunfo de Pastor Maldonado, producto de la polarización política que vive el país, hay personas que desde hace mucho tiempo y antes de que Chávez y Maldonado aparecieran en escena, rechazaban abiertamente las competencias de Fórmula 1, porque consideran que es un deporte de ricos, que derrocha injustificadamente grandes cantidades de dinero en un mundo lleno de pobreza y miseria. Por lo tanto, no se puede meter a todos en el mismo saco, ni tildar de antipatriota a quienes por las razones ideológicas antes expuestas, no están de acuerdo con la participación del corredor venezolano en la Fórmula 1.

En conclusión: me parece mezquino negar los méritos que merece Pastor Maldonado por su destacada actuación; es emocionante ver la bandera de Venezuela en lo más alto de pódium y oír el Himno Nacional. Pero, cuando las emociones pasan y la razón vuelve a enfrentarnos con la realidad, inevitablemente tenemos que preguntarnos ¿Qué entendemos por socialismo? ¿Se justifica dentro de una ética socialista que el Estado invierta 250 millones de dólares en las competencias de Fórmula 1? 

Twitter @zaqueoo

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