miércoles, 10 de noviembre de 2010

Boxeo y dignidad humana

Debo comenzar este artículo reconociendo que, en mi juventud fui fanático del boxeo, admirador de los ídolos de ese deporte y que  disfruté  de todo tipo de combates, muy especialmente de aquellos en que se disputaban los títulos mundiales. Pero el crecimiento personal, va acompañado de un proceso de maduración moral, que muchas veces hace que nos avergoncemos de lo que hicimos en el pasado. Creo que fue a principios de los años noventa, cuando observé con detenimiento un programa deportivo llamado “Grandes Nocaut de la Historia”; un ejemplo dramático de la barbarie humana, que pretendía entretener al público,  repitiendo escenas en que el púgil derrotado se desplomaba  fulminado  “espectacularmente” por los golpes de su adversario. Desde ese momento, abandoné definitivamente mi afición por el boxeo,  y hoy la recuerdo cómo un pecado juvenil superado

Se que este tema produce mucha molestia, sobre todo en los fanáticos del  boxeo,  que tratan de justificarlo diciendo, que no es el deporte más violento ni el más peligroso. Sobre esto no voy a discutir. Pero  desde el punto de vista ético, el boxeo es insultante para la dignidad humana: dos hombres,  muchas veces manipulados por razones culturales o económicas, son invitados a “caerse a golpes” llegando al absurdo de que  pueden herirse gravemente o morir, sin que eso sea considerado delito. Y mientras tanto, los espectadores se entretienen pidiendo más violencia, aplaudiendo la furia de la agresión y hasta el derramamiento de sangre. La problemática del boxeo no es nueva,  es un viejo debate que inquieta,  más aún, cuando escuchamos algunas opiniones sobre  la tragedia del Inca Valero y su esposa: coincido con quienes afirman que hay mucha responsabilidad oficial por omisión, y que en el país no hay  políticas eficaces para tratar la violencia de género; lo que me parece contradictorio, es que  quienes se declaran defensores de los derechos humanos  hagan apología de los momentos gloriosos del boxeo.

José Antonio Marina  en su libro La Lucha por la Dignidad, dice que “hoy somos capaces de discernir nuestra propia barbarie y la inmensa mayoría de nosotros abominamos de ella. Incluso, desde nuestros cómodos sillones somos capaces de identificarnos con el sufrimiento ajeno y de indignarnos ante la injusticia, aunque ni siquiera llegue a rozarnos. En algo hemos avanzado: sabemos cómo no debería ser el mundo” Es verdad, hoy  más que nunca,  tenemos conciencia de lo que significa la dignidad humana,  sin embargo, a veces por comodidad o conveniencia, no actuamos ante los atentados que se cometen contra ella. En estos días, se van a realizar muchas manifestaciones en contra de la violencia de género, para comprometer más a las instituciones en la solución de ese problema. Esto es muy positivo, pero hay algo más importante: la solución del problema de la violencia, comienza por reconocer que todos somos violentos en mayor o menor grado; y que nuestra mejor contribución para un mundo sin violencia, es empezar por controlar la furia personal. Es muy fácil pedir a otros que cambien  y no asumir el mismo compromiso. Aquí está el gran problema. Decía Tolstoi: “Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse así mismo".

1 comentario:

  1. Evidentemente es otro punto de vista el cual no todos llegan a razonar, y aunque coincido con que NO es el deporte mas violento ni es el tema a discutir a mi parecer dicho deporte involucra mucho mas que esa euforia... El Inca Valero ha sido una de esas figuras que oscurecen la imagen del boxeo, aunque personalmente digo que esas actuaciones fueron independientes a la figura del boxeo y mas a su personalidad, forma de ser y estilo de vida, y si lo juzgaramos por personajes tambien esta la figura de Pacquiao quien es congresista, trabajador, humilde, mejor libra por libra de todos los tiempos y en busqueda de ese despertar de la sociedad y defensor de esos principios y derechos naturales... cabe destacar q el boxeo como bien lo dijo tiene fines economicos, personales, de ego e interes social que en la sociedad de hoy se encuentran por encima de ese valor a la vida, de la moral y respeto a la integridad del ser humano y mientras prevalezca esta mentalidad egoista y de netos intereses personales no solo el boxeo, si no el desarrollo positivo de la sociedad, la misma politica que se maneja se vera afectada. *El problema esta en nosotros mismos*
    Saludos
    Fhabrizio

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