miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Concepción Marxista del Derecho.

El presidente Chávez les ha recomendado a los miembros de PSUV que se instruyan sobre el socialismo, y que lean  a Marx y Engels. Personalmente, creo que invitar a leer de primera mano y sin  orientación previa a los mencionados autores no es una buena idea. La historia ha sido testigo de los daños causados por interpretaciones equivocadas de la obra de Marx. Principalmente, me preocupa la forma como puede ser entendida en nuestra sociedad la idea marxista de la desaparición del derecho.
Para el marxismo, el derecho es un instrumento al servicio de la clase económica dominante para perpetuarse en el poder. Si se produce el triunfo revolucionario del proletariado surgiría una nueva estructura social sin división de clases, que garantizaría la satisfacción de todas las necesidades sociales. En este escenario, el derecho, como instrumento de coacción desaparecería porque no sería necesario.  Este planteamiento (marxista)  no tiene nada que ver con una idea que circula por ahí, y que sostiene,  palabras más o palabras menos, “que en la revolución socialista las leyes burguesas no se aplican, porque en definitiva quien manda es el pueblo y no la oligarquía económica dominante”.  
Ahora bien, la realidad histórica ha demostrado que la desaparición del derecho en la sociedad es algo utópico y sin sustento en el mundo real. Tomemos como ejemplo  a la extinta Unión Soviética donde se acogió la interpretación marxista del derecho. En la primera fase de transición del capitalismo al comunismo, se consideraba que el derecho burgués no estaba totalmente abolido, sino que se mantenía como instrumento regulador del reparto de los bienes en la sociedad. Pero en 1930 se anuncia el triunfo definitivo del socialismo y algunos jueces comenzaron a clausurar los tribunales. Cual fue el resultado, que el gobierno soviético se vio en la obligación de reabrirlos nuevamente, terminando allí la discusión sobre extinción del derecho en las sociedades comunistas. Inclusive se llegó a proclamar la necesidad de aplicar estrictamente las leyes para preservar el estado socialista. El error de los jueces al cerrar los tribunales fue creer que el derecho puede desaparecer por decreto, simplemente porque se declaró el triunfo definitivo del socialismo, cuando lo que sostiene la tesis marxista, es que la desaparición del derecho sería una consecuencia de la instalación de una nueva estructura económica, tan perfecta que no serían necesarios ni el derecho ni el Estado.
  En Venezuela, si bien no tenemos tribunales cerrados, está creciendo el incumplimiento generalizado de las leyes, en virtud de una nueva ideología que considera que la revolución está por encima del derecho. Esto es  gravísimo. No estamos ante una simple confrontación política, ni una lucha por los privilegios del poder,  sino que se está poniendo en peligro la existencia misma de la sociedad.  Bien lo dice el destacado jurista español Luis Muñoz Sabaté: “si el cuerpo social permanece latente es precisamente porque su contextura celular se mantiene aglutinada y viva gracias al derecho y que sin el derecho la sociedad desaparecería, como desaparecería el  universo en caso de abrogarse las leyes físicas que mantienen los astros en perfecto equilibrio y armonía”.

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